Tratamiento de la Tartamudez o Disfemia con Hipnosis
La tartamudez es un problema que solo el que la padece conoce realmente su verdadera magnitud y el sufrimiento que causa. La persona que tartamudea suele organizar su vida en torno a la tartamudez evitando en lo posible la interacción con otras personas. Esto le lleva frecuentemente a renunciar a trabajos y funciones más adecuadas a sus capacidades y preferencias reales, pero que le permiten desempeñar su actividad de forma más aislada.
En la tartamudez existen dos factores principales que se refuerzan mútuamente y que contribuyen a cronificar el problema, independientemente de cuál sea su origen y siempre que no haya un trastorno orgánico (defecto en el aparato fonatorio o problemas neurológicos). Estos dos factores son la ansiedad anticipatoria y los hábitos incorrectos de habla, creados precisamente por los intentos que se hacen para no tartamudear.
La hipnosis es una herramienta muy eficaz para abordar estos dos aspectos, que junto con otros procedimientos adicionales que facilitan la producción del habla, ayudan a conseguir rápidamente un habla normal más fluida y consolidar los nuevos hábitos. Afianzando la nueva forma de hablar fluida se evitan recaídas en el futuro.
En la tartamudez tónica (bloqueos) se altera mucho el proceso respiratorio y fonatorio, justamente por los esfuerzos que hace la persona para romper el bloqueo y no tartamudear. Estos esfuerzos, gestos y movimientos pueden llegar a ser verdaderamente exagerados y agotadores. En realidad, se está utilizando un mecanismo natural, la maniobra Valsalva, por la que se cierra la salida de aire de los pulmones en la garganta, permitiendo hacer mayores esfuerzos por ejemplo para levantar un objeto pesado. Este mecanismo se incorpora con facilidad en el niño cuando siente las primeras dificultades al hablar. Entonces intenta hacer un esfuerzo mayor para “empujar” la palabra, que al final consigue pronunciar con más o menos dificultad, reforzando de esa forma este hábito incipiente.
Tartamudez y hábitos del habla
Los procedimientos de logopedia u ortofónicos o de reeducación del habla no son en general muy eficaces para solucionar este problema. La persona que tartamudea suele hablar bien en ciertas circunstancias: cuando está sola o no se siente evaluada, cuando canta, o incluso a veces cuando habla otro idioma distinto a su lengua materna.
La tartamudez es un hábito caracterizado por la ansiedad y por las acciones que hace la persona precisamente para no tartamudear. Por tanto, lo fundamental es reducir la ansiedad en situaciones de interacción social, aprender a ser consciente de los hábitos incorrectos que se emplean y asimilar procedimientos que ayuden a producir rápidamente un habla más fluida.
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